Productividad, optimización de costes y calidad, una única estrategia

Cada cierto periodo de tiempo las organizaciones se marcan unos objetivos que van  precedidos de una estrategia que ayuda a llegar a ellos, pues bien en muchas ocasiones estas estrategias desarbolan el conglomerado que hay sobre la calidad en la empresa pensando que puede ser prescindible cuando en realidad la calidad esta en cada una de nuestras actividades cotidianas y enfocarla de un forma global y total ayudará a la producción y a conseguir optimizar costes ya sea por la vía de la reducción de desperdicios que muchas veces no son conscientes de ellos y que ocasionan mas perdidas que los propios recortes que se puedan hacer, trato de decir que es mejor encontrar las fuentes de despilfarro y anularlas, que recortar en funciones a veces vitales para la organización  últimamente por desgracia tan familiarizados con este contexto.

estrategiaPor ello el fijarse una estrategia donde se siga apostando por la educación en calidad y utilizar el amplio abanico de herramientas del que disponemos ayudará a crear una consciencia de excelencia, buscar la filosofía del “cada día un poco mejor” es la clave del éxito, como ya hace años nos inculcaron los maestros de la calidad como Deming, Taguchi o Feigenbaum entre otros, no busco trato de insistir en algo ya ideado sino en ser conscientes de que la estrategia debe ir unida a la calidad.

Entonces cada vez que buscamos una mejora en la productividad  y conseguir esa optimización de costes encontramos detrás alguna de las herramientas de calidad, ya sea en una escala mayor o menor de la misma. Hay que ser conscientes que si alguna herramienta nos puede ser útil no dudemos en utilizarla o en su defecto podemos hacer una modificación de la misma adecuándola a nuestras necesidades, la calidad no tiene limites solo están donde tu los quieras poner, además añado que de nada sirve comenzar un proyecto sin primero ver que posibilidades tenemos y cuales son las mejores para atajarlo de la mejor manera posible, parafraseando a Abraham Lincoln “Dame 6 horas para talar un árbol que 4 las utilizare para afilar el hacha”; Por ello a la hora de mejorar nuestra productividad y poder realizar un análisis  financiero disponemos de herramientas como Six Sigma, Lean o Kaizen que ayudan a descubrir esos problemas tan enraizados y mimetizados en nuestros procesos, existiendo herramientas de mas corto alcance o de menor escala como SMED, POKA YOKE, VSM por citar alguna.

¿Y la estrategia de empresa como ayuda en todo esto?, pues bien, como se ha mencionado innumerables veces la dirección debe ser participe de esta calidad total, la calidad como la conocemos hoy en día abarca una infinidad de posibilidades y tiene una plasticidad asombrosa para conseguir resultados inesperados, que pueden introducirse en cualquier departamento sabiendo el como y el porque.

La calidad cierra la transversalidad de los procesos desde que se pone en marcha hasta que llega al cliente final, prueba de ello lo tenemos en proyectos Six Sigma con las etapas DMAIC o en certificaciones de calidad ISO o EFQM donde cada vez están  mas unidos los términos excelencia operacional y satisfacción de cliente, existiendo esa reciprocidad entre ambos que conlleva una reducción de despilfarros importante  y una productividad elevada en nuestros procesos. Para analizar estos despilfarros o “mudas” contamos con un herramienta ampliamente conocida como LEAN, que contempla como despilfarro: sobreproducción, esperas, transporte innecesario de piezas, sobreprocesado, inventario, movimientos de personas, defectos y se añade un octavo que es el desempeño de los empleados. O en Six Sigma incluir la voz de cliente como uno de los puntos cruciales  a la hora de establecer los parámetros de calidad y ayudar a establecer indicadores para detectar los defectos producidos, o Kaizen con la mejora y estandarización de procesos.

La creación de un centro del conocimiento como foco del despliegue de la calidad ayuda a saber donde acudir y de donde parte la filosofía de excelencia, a su vez este circulo de conocimiento se va ampliando hasta alcanzar a todos los empleados, la creación de archivos donde se especifique el departamento y la persona de contacto de cada proyecto ayuda a la labor de control y seguimiento, donde una vez mas la dirección con su visión total de la empresa se puede implicar en aquellos proyectos que tengan un avance mas reducido.

Para finalizar y extraer una conclusión final, recalco la inclusión de la calidad en la estrategia de la organización y establecer un conocimiento global de esta como filosofía operacional. Y a todos los profesionales del sector que hagan de su labor algo grande de lo que poder ser un eje primordial en sus empresas.

Autor: Rodrigo González González

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