Los origenes de Toyota en los guerreros de terracota de Xian

14 noviembre, 201216 noviembre, 2012 PDCA Home 1 comentario

El ejército de los guerreros de Terracota de Xian de 7000 hombres, fue construido por órdenes del emperador Qin Shi Huang para defenderle en el más allá. Entre los muchos secretos que esconde dicho ejército se encuentra el origen del “Toyotismo”

Tras seis años de investigación el arqueólogo gallego Marcos Martinón sostiene que las lanzas que poseen estos guerreros están perfectamente afiladas a día de hoy, llegando a ser letales actualmente, debido a que fueron fabricadas bajo un sistema de producción y una organización similar a las fábricas de Toyota.

Es sorprendente que dos milenios antes de que existiera Toyota, los fabricantes de armas de los guerreros de terracota utilizaron un sistema de producción igual al aplicado en dicha empresa automovilística, tal y como se explica en el artículo “Los guerreros de Xian se construyeron como los coches japoneses del siglo XX”

Uno de los pilares de éxito de la empresa Toyota es su sistema de producción (TPS – Toyota Production System) basado en la calidad, eficiencia, mejora continua y el valor del compromiso de los empleados. El “toyostismo” está basado en pequeños grupos de trabajo versátiles e independientes, capaces de producir todos los componentes de cualquier modelo de coche en función de la demanda.

Los principios TPS (Toyota Production System) son:

–La gestión Just in time: consistente en proporcionar los componentes y piezas en el momento justo en función de la demanda. Es decir, hacer lo que sea necesario, en el momento justo y con la cantidad exacta de recursos.

-El Jidoka: todos los miembros del equipo pueden resaltar anomalías en la producción para que sea resuelta por el jefe de equipo, en el caso de que no pudieran ser resueltas se detiene el trabajo para poder resolver el problema y evitar la fabricación de elementos defectuosos.

-La utilización total de las competencias del personal: el éxito se basa en las personas, el equipo humano se responsabiliza de la gestión de su trabajo, además se favorece el trabajo en equipos multidisciplinares, la flexibilidad y rotación en los puestos de trabajo.

Se puede apreciar como estos principios fueron aplicados en la fabricación de las armas de estos guerreros, ya que según las declaraciones y la investigación llevada a cabo por Martinón y su equipo;

Tras analizar químicamente 1600 puntas de flechas de las 40.000 puntas idénticas ante el ojo humano Martinón declara «las flechas son idénticas a pesar de proceder de talleres diferentes y en estos centros se fabricaron todos los componentes» Los resultados sugieren que cada carcaj encontrado, con 100 flechas cada uno, procede de talleres diferentes, que habían producido todo: la punta de flecha de bronce, las plumas y el astil de bambú.

Esto quiere decir que probablemente las flechas fueron fabricadas por diferentes equipos multidisciplinares y versátiles capacitados para producir los diferentes componentes de dicha arma.

Además en otras armas de mayor tamaño como las espadas y las alabardas estaban firmadas con el nombre de los artesanos y el primer ministro, con el fin de encontrar al responsable y eliminarlo en el caso de que el arma no cumpliera los estándares de calidad exigidos por Qin Shi Huang. Este hecho muestra la necesidad de evitar la fabricación de elementos defectuosos, en este caso eliminando la causa raíz .

Gracias a la silicona con la que los dentistas suelen hacer modelos exactos de una dentadura, los arqueólogos han elaborado moldes de las puntas de flecha y han realizado análisis con un microscopio electrónico de barrido que revela marcas perfectamente paralelas al filo cortante. “Son las marcas que deja una piedra de afilar rotatoria, lo que muestra su impresionante control de calidad”

Las conclusiones del investigador Martinón-Torres están en la revista especializada Journal of Archaeological Method and Theory.

Es muy interesante ver que la calidad es algo valorado desde hace miles de años, descubrir los orígenes de las técnicas para alcanzarla y ver cómo han ido mejorando con el paso del tiempo. Los orígenes del Toyotismo, hace 2200 años.

Autora: Laura López Dominguez