Gestión de inventarios: ¿Qué modelo de gestión de colas debo escoger para aumentar la rentabilidad?

Con la máxima del ahorro en las organizaciones en este artículo vamos a dar cabida a cómo conseguir la máxima rentabilidad con la gestión de inventarios y sus modelos, en función de las necesidades pasar de un modelo a otro, y explicar los conceptos básicos en esta gestión.

Evidentemente las empresas pueden maniobrar con una multitud de variables para reducir costes tanto fijos y por supuesto variables, en multinacionales o medianas empresas donde sus inventarios son grandes puede ser un foco importante de ahorro optar por la gestión de estos y poder rentabilizar los activos, la gestión en estos campos están regulados por unas Normas denominadas Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) o en inglés Generally accepted accounting principles (GAAP), que se basan en crear unos patrones contables para medir el patrimonio y los activos de una organización, siendo así la creación de patrones financieros internacionales.

 ¿Qué tipos de gestión encontramos en estas normas?

Según las PCGA podemos encontrar básicamente 3 tipos de gestiones asociadas a ellas, son FIFO, LIFO y el Método Promedio Ponderado.

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–       El primero proviene de las siglas anglosajonas FIFO o First In First Out, nos viene a decir que lo primero que ha entrado ha de ser lo primero en salir, es decir tratar de venden o sacar en primer lugar todos esos artículos o bienes que hayan sido los primeros en adquirirse, este método se utiliza para inventarios grandes donde tanto su precio de compra como de venta es similar. Ocurre que en momentos de inflación puede mejorar los beneficios de la empresa pues a la mercancía vendida se le da un precio mayor cuando en su momento está fue comprada más barata, siempre controlando la horquilla de precios tanto de adquisición de compra de producto, su mantenimiento en almacenes como su puesta de nuevo en el mercado.

Para una empresa en expansión implica crear un atrayente para inversores pues coloca gran cantidad de producto a buen precio en el mercado creando alta rentabilidad, aunque al declarar beneficios deberá pagar más impuestos, una vez alcanzado un cierto grado de madurez empresarial la organización tenderá a un inventario gestionado por LIFO donde no depende tanto de la inflación. FIFO es una buena gestión para calcular el valor del inventario final (Inventario inicial al comienzo del año fiscal + compras netas – costo de ventas).

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–       En segundo de los casos es LIFO, estas siglas significan Last In First Out, totalmente opuesto al anterior, aquí el producto adquirido más recientemente es el primero en salir al mercado. En este caso los precios de los productos van a oscilar menos y no va a depender tanto de la inflación pero si del precio que se fije en mercado de ese producto. Para la empresas utilizar LIFO puede presentar ventajas si la empresa declara el producto puesto en mercado como inventario vendido, que es aquel material que fue el ultimo el adquirirse mientras que el producto de más antigüedad queda almacenado y se registra como inventario final. La aplicación lógica de este tipo de inventarios es cuando la inflación provoca que con el tiempo el coste del inventario haya aumentado, de esta manera la empresa reduce el pago de impuestos.

El estar gestionando el inventario con el método LIFO es que la organización no puede computar su último inventario como primeras salidas en un periodo y el primer inventario recibido como primeras salidas en otro. La utilización de LIFO como gestión de inventarios puede dar resultados subjetivos sobre el valor final de inventario, pues podemos encontrar producto muy antiguo en el cual su valoración en el mercado sería muy baja.

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–       El último de los modelos es el Precio Medio Ponderado o PMP, es decir se toma el valor promediado de los productos adquiridos en un periodo de tiempo. Es aplicable a empresas donde por su modelo de negocio o sector deben mantener cambios constantes de precio. En este modelo hay que tener los productos existentes en el inventario así como los que son de nueva adquisición, entonces con el inventario al completo se hace una media de precio y producto total.

No obstante, la elección de uno u otro modelo viene marcado por la tendencia inflacionaria marcada en los mercados, pues dependiendo del modelo nos va a ofrecer características diferentes y por tanto más o menos ganancias en la cuenta de resultados, así como de los intereses fiscales que busque la empresa.

En todo el proceso de gestión de inventario hay que contar con la variable de ciclo de producto en almacén o rotación de inventario, es decir el tiempo que pasa el producto desde que es recepcionado hasta que es vendido. Este tiempo se calcula dividiendo los costes de productos vendidos (COGS) entre el valor agregado promedio del inventario (AAIV) que suele un indicador clave para afrontar tendencias de mercado y conocer que producto es más vendido y de cual hay que hacer más pedido. Con la realización de pronósticos podemos asegurar que tendremos producto suficiente y evitar así roturas de stock. Como el reordenamiento de productos clasificándolos por categorías mediante metodologías de almacenaje, como el Análisis ABC.

Autor: Rodrigo González González

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