Mucho se habla sobre la satisfacción de cliente pero poco o nada se hace, una buena experiencia para el cliente supone fidelizarlo, pero por el contrario una mala percepción de servicio supone una mala imagen para la empresa, la perdida de ese cliente y aún peor la no llegada de nuevos clientes por la difusión que pueda dar este, entonces, la apuesta de vincular procesos internos con la voz de cliente (VoC) supone relacionar la mala satisfacción del cliente con un proceso interno, pero, ¿en realidad se hace foco sobre esos hechos?