Políticas de ascenso en las empresas
Sé que es un tema muy polémico pero a la vez que está en boca de todos. No lo ignoremos. Lo vemos día a día con nuestros cargos políticos, en nuestras empresas, se sabe y no se combate.
¿Gestión del talento? Ya decía un anuncio, “pequeñines no, gracias”, pues de eso se trata, hoy me gustaría hablar sobre las políticas de ascenso que tenemos en nuestras empresas o las no políticas, depende de cómo lo mires. Yo he viajado y trabajo en diferentes empresas a nivel nacional y en todas he llegado a la misma conclusión, NO EXISTE MERITOCRACIA.
Y nos cueste o no convencernos es lo que nos toca vivir, yo he conocido jefes de todo tipo, el factor amiguismo es una barrera final donde nada se puede hacer por derribarla. A modo de sátira Scott Adams hablaba de los ascensos en las empresas con esta tira.
El factor amiguismo y el factor miedo, miedo de que llegue una persona que te pueda hacer sombra y que puedas caer, está más que confirmado. En un mundo donde se dice que vayas a por todas, ¿has de ser sumiso? Veo alguna que otra incongruencia. Pero yo os animo a que sigáis yendo a por todas, llegará un día que alguien sepa apreciar ese esfuerzo personal.
No se vosotros pero yo me siento totalmente identificado e identifico a los perfiles dentro de esta viñeta. Busco la reflexión de cada uno de vosotros, he visto como personas con trabajos francamente malos eran ascendidas por tener relación directa con el director. Todos conocemos a alguien y habrá personas que se sientan identificadas, no dudo de su valía yo hablo de lo vivido. Mientras que otras realizaban trabajos impecables no eran recompensadas de ninguna manera o una palmadita en la espalda.
Yo he ocupado puesto gerenciales y buscaba la unidad de equipo y la operatividad, los amiguismos en las cañas que decimos los españoles. En el trabajo profesionales. Siento impotencia al ver que este hecho se sigue produciendo como un virus que se retroalimenta con el tiempo y que no muere. Y lastima por el potencial que se está dejando llevar a la deriva por esta enfermedad endogámica del “amiguismo”. Luego no pidas resultados a gente que no puede dártelos, se consecuente con tus actos. Si buscas excelencia se tú el primero en llevarla a cabo o acaso crees que un amigo o amiga va a hacer un trabajo para el que no está preparado.
De eso se trata de la idiosincrasia española por la que se rigen los ascensos, los amigos de tus amigos son mis amigos…o incluso si cuidas a los hijos de tu director obtendrás tan inmerecida recompensa, et violà, un ascenso y aumento de sueldo. Indignación e impotencia.
Mas Dilbert…
Pero no dejo en pensar que a mis hijos y allegados les enseñare y enseño a trabajar con tesón y aplomo y que no se dejen influenciar por esta tela de araña tejida por las mentes más mediocres que nos podemos encontrar. Para el resto os dejo unos consejos muy útiles sacados de una web amiga, disfrutarlos:
1- Ven vestido de traje siempre. No esperes que te lo pidan. Da igual que lleves barba de 3 días, o que estemos en pleno mes de agosto, lo importante es la corbata en tu cuello. Si noparecesun jefe, nunca serás un jefe.
2- No destaques en ningún aspecto técnico, es un callejón sin salida. Nunca podrás promocionar si eres imprescindible en algún proyecto.
3- Dile a tu jefe lo que quiere oír, no la verdad. El jefe quiere vivir feliz y tranquilo, no quiere saber nada de los problemas. Prométele que te encargaras del asunto y que no se preocupe. Por supuesto, oculta todos los fallos (especialmente los tuyos).
4- Si a pesar de tus esfuerzos hay algún problema que ha llegado al conocimiento de tu jefe, antes de que reciba más información, hazle ver que la culpa es de otro. Por el contrario, si un proyecto sale bien intenta colgarte las medallas del éxito.
5- Aparenta que trabajas con estrés y que tienes tantas tareas que te faltan horas. Para ello debes irte un minuto más tarde que los demás. Da igual que llegues 1 hora tarde todos los días (los jefes nunca madrugan) o que dediques media mañana a hacerte cafés con los compañeros (para un jefe eso también es trabajar). Si un día te vas más pronto, haz ver a tus jefes que te vas a trabajar a casa.
6- Envía correos a horas intempestivas. Un domingo a cualquier hora, o un lunes después de medianoche. Da la sensación de que vives pensando en el trabajo.
7- Da siempre tu opinión como si fueras experto en el tema aunque no tengas ni idea. La retórica es un arte, y no está el alcance de todos. Hay que dar rodeos sin llegar a decir nada. Oculta tu ignorancia con palabras rimbombantes como “paradigma”, “proactivo”, “dimensionar”. Entrénate en casa.
8- Búscate un subordinado sumiso y competente (un becario es ideal) para encargarle todas las tareas de responsabilidad. Hazle saber que llegará muy lejos en esta empresa si sigue así. Este sistema tiene un fallo, al final siempre descubren el engaño, pero siempre puedes buscar otro becario.
9- No te relaciones con gente que está por debajo de ti en el organigrama. Tienes que elitizarte. Aprende a jugar al pádel, y si está en tu mano, da clases de patrón de yate. Hazte el encontradizo con cuantos más jefes mejor, intenta bajar a almorzar con ellos. Tienen que pensar que eres uno de ellos.
10- Y lo más importante: Ríndele fidelidad eterna a un pez gordo, al menos hasta que deje de serte útil. Es la forma más rápida de subir, que te empujen. Y muchas veces la única.
Fuente: http://sydharta.wordpress.com/2008/12/13/el-sindrome-del-anillo/
gracias y buena suerte.
Emilio, felicidades por tu artículo, esperemos que no sea generalizado, aunque es real en muchas empresas siempre hay una ventana para salir y otra puerta para entrar.
Muchas gracias Julia, perdón por el retraso en contestar. Lamentablemente es una realidad que debemos de acabar con ella. Yo soy un fiel de la meritocracia, la perdida de valor joven en la empresas suele estar debido en muchas ocasiones a este tipo de «tratamiento de favoritismo» en detrimento del verdadero potencial. Espero que sirva para reflexionar a quien lo lea y para luchar por una causa mayor. Saludos.